Desventajas:
-El precio es más elevado. Especialmente comparado con coches dentro del mismo segmento que no tienen doble motor.
-No son el mejor vehículo en carretera. Así como su eficiencia en ciudad se multiplica gracias al motor eléctrico, en carretera estos coches presentan mucha menor potencia y autonomía precisamente por el motor eléctrico.
-Casi todos los híbridos son compactos. Si necesitas un coche de grandes dimensiones, muy pocas marcas han invertido aún en aplicar esta tecnología a modelos de gran envergadura.
-El mantenimiento suele costar más caro. Especialmente si toca reemplazar componentes o llevar a cabo reparaciones relativos al motor eléctrico el coche. El sistema de propulsión dual de los híbridos complica su mantenimiento, lo que suele elevar el precio de revisiones y componentes. Además, no todos los mecánicos cuentan con la formación o equipamiento necesario para llevar a cabo estas reparaciones.
-Las baterías pueden suponer un problema. Tanto económico como medioambiental: reponer la batería de un coche puede costarte varios miles de euros si no dispones de la garantía; la disposición de las baterías cuando llegan al final de su vida útil también es a día de hoy un quebradero de cabeza, ya que son tóxicas y no reutilizables.
-No están libres de emisiones al 100%. Al contrario que un eléctrico o un vehículo con pila de hidrógeno, los híbridos aun general un nivel de emisiones lo bastante elevado como para que hayan quedado incluidos dentro de la Ley de Transición Energética que prohibirá la venta de estos coches, junto con los diésel y gasolina, a partir de 2050.
No hay comentarios:
Publicar un comentario