-Pesticidas y usos de productos químicos: productos utilizados en la agricultura y en la industria convencional liberan enormes cantidades de gases de efecto invernadero, que son causantes directo del deterioro de la capa de ozono y el cambio climático.
-Deforestación: los árboles ayudan a purificar el aire. Sin embargo, en las últimas décadas hemos asistido a la desaparición de cientos de bosques en el mundo.
-Desechos industriales y domésticos: el consumo masivo promueve procesos industriales en cadena que pasan por alto la protección del medio ambiente.
-Los combustibles fósiles: la excesaiva explotación del carbón, el petróleo y el gas natural, entre otros, genera altos índices de contaminación, no solo en el aire sino en los entornos de donde se extraen tales recursos.
-Los altos índices de producción de basura: nuestras sociedades se caracterizan por el alto consumo de bienes, lo cual genera a su vez un alto nivel de residuos.
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